17 noviembre, 2009

Globalización y educación en valores. Aportaciones educativas desde el fenómeno social de la muñeca Barbie (1)

El artículo analizado pretende, entre otras cosas, exponer la importancia de la globalización por su incidencia en todos los ámbitos, pero principalmente en la formación y desarrollo de las personas.
Una vez presentado de modo breve el marco conceptual de la globalización, se acerca al fenómeno social de la muñeca Barbie como paradigma de la globalización y como posibilidad de comprensión de este proceso para la infancia en su vida real.
El fenómeno Barbie
El artículo se acerca al hecho social de esta muñeca que, por su tiempo de fabricación, extensión de ventas y momento alcanzado, es calificada como el primer juguete globalizado.
Se pretende mostrar cómo los valores trasmitidos por este objeto lúdico son interiorizados por millones de personas en todo el planeta.
Los principales agentes de socialización actúan mostrando modelos e ideales que operan como motivadores del proceso de aprendizaje o de socialización. Como agentes del primer orden de socialización, hemos identificado siempre a la familia, la escuela y el grupo de iguales. Sin embargo, cada vez más, las empresas multinacionales absorben parte de esta función socializadora. Precisamente, la desarrollan a través de los mensajes publicitarios. En la sociedad actual, son los productos designados a la infancia quieres ejercen gran parte del proceso socializador. En este sentido, podemos expresar que se aprecia un sutil margen entre el entretenimiento, el comercio y la educación.
La muñeca Barbie, inspirada en Bild Lilli, una mueca adulta alemana relacionada con un mundo de hombres a los que proporcionaba en sus historietas favores sexuales y representada como una muñeca con evidentes formas de mujer adulta a la que las niñas pudieran peinar, vestir y hablar; permitía conceder a este juguete la personalidad que cada niña deseara y, a la vez, recrearse en un mundo de felicidad y fantasía. Este diseño ha conseguido y consigue que una multitud de niñas y adolescentes accedan al mundo prohibido de los adultos, al calcar hábitos y actitudes de los mayores y que, gracias al poder del juego, se toleran.
La creadora menciona: “Las niñas necesitaban explorar el mundo que las rodeaba y la muñeca Barbie ayudó a mostrarles las infinitas posibilidades que se les presentaban. Barbie podía ser lo que ellas quisieran; con ella podían explorara la vida diaria, las profesiones y el sofisticado mundo de la elegancia. Jugar con Barbie les animaba a usar la imaginación. Con Barbie proyectaban sus sueños sobre cómo serán de mayores, y podían expresar su interpretación del mundo adulto que las rodeaba”.
Si analizamos la influencia social de Barbie como transmisora de los valores vigentes a lo largo de casi cinco décadas de vida, descubriremos que: a) Es aceptada por todos cuantos le rodean. Su aspecto físico provoca empatía. b) Se acompaña de una gran amalgama de complementos que la hacen sentirse feliz. c) Se sumerge en un mundo materialista y hedonista donde impera el tener sobre el ser. d) En cualquier lugar donde esté, siempre logra éxito. e) Es voluntariosa y responsable, consigue cuanto se propone. El hecho de realizar buenas acciones sociales favorece el cultivo de valores. f) Se preocupa por hacer llegar a todas las personas la parte generosa y positiva de la vida. Se interesa por contagiar sus experiencias gratificantes. g) Promueve el mundo del consumo y lo interpreta como una forma de conectar con la calidad de vida. h) Se adapta constantemente al estereotipo de mujer característico de cada tiempo. i) Mantiene curiosidad por mantener los últimos adelantos sociales, culturales, políticos y económicos existentes.
Es decir, Barbie congenia con los valores más comunes de la sociedad actual, catalogada de competitiva, hedonista y materialista. En su personalidad predomina el individualismo simultaneándolo con un conformismo social, donde se da preferencia al yo, pero también se intenta agradar a los demás. Escenario propio de una sociedad que uniformiza y estereotipa, que controla e invade todos y cada uno de los ámbitos privados y sociales.
Nada es casualidad, el mercado necesita una clase de individuos particulares (consumidores) que deben comportarse de una manera determinada, pero sin que sean conscientes de que están siendo manipulados. Desde una óptica global, la seriación de los patrones estéticos y de pensamiento conlleva una modificación de los individuos en masa. Si hilamos esta idea, es natural que Barbie adopte también actitudes solidarias y altruistas que pueden ser demostradas a través de las múltiples causas sociales en las que ella participa.
De acuerdo con sus productores, Barbie es una muñeca activa, emprendedora, sin barreras profesionales ni prejuicios raciales, solidaria, independiente y tolerante, que se hace respetar y admirar. Detrás de este altruismo y generosidad, es fácil captar la expansión de su aceptación y demanda y el desbordante incremento de ganancias que proporciona a la casa Mattel.
Barbie no solo tiene variadas y atractivas profesiones, sino que además, posee una intensa vida social que la obliga a sumergirse en los últimos avances de la moda y de las marcas. A pesar de las complejas faenas diarias que realiza a la perfección, es capaz de asumir cualquier tipo de actividad extra que se le presente sin manifestar fatiga alguna.
Barbie se ha convertido en un objeto de culto y colección, un símbolo que ha seguido de cerca el escenario de la moda, de las artes y también de la vida cotidiana, profesional y social, plasmando la evolución femenina y el encuentro entre la diversidad intercultural.
Aportaciones desde una perspectiva educativa
Los valores transmitidos desde los enfoques educativos de las multinacionales intentan homogenizar las conciencias, de modo que las personas sean incapaces de enfrentarse a los problemas de la vida diaria con razonamiento y espíritu crítico, pretenden ofrecer soluciones estandarizadas basándose más en el tener que en el ser. De ahí que se expongan los siguientes supuestos divulgados por la muñeca Barbie, convertida en una pieza más de la aldea global, impuesta desde la cultura más dominante: a) Prioridad de la cultura de la apariencia y de la posesión de pertenencias. b) Primacía de vivencias efímeras, novedosas, cambiantes, tangibles y hedonistas. c) Excelencia de la eficacia, de la perfección de la productividad y del consumó. d) Exaltación de los valores característicos de la juventud, en especial, del culto al cuerpo y de la belleza exterior. e) Mitificación del individualismo y debilitamiento de la autoridad y de modelos de referencia. f) Elevación de la uniformidad frente a la diversidad, a la propia identidad.
Puesto que vivimos en unas sociedades donde las personas se encuentran con menos referencias sociales de contenido moral, pero también con menos base para configurar éticamente su conducta, se hace pues, necesaria una educación personal profunda que se vincule con la búsqueda de una conciencia crítica y constructiva, en el principio de igualdad, en la diferencia y en la diversidad.
Las diversas propuestas de integración pedagógica, a modo interdisciplinar, implantadas en diversos escenarios, vinculadas a las áreas curriculares e interconexionadas de forma transversal (educación para la salud, para el medio ambiente, para la paz, para el consumo, para la igualdad de oportunidades, para la educación intercultural y multicultural, para le educación vial, para la ética y cívica…) resultan de gran necesidad y utilidad, ya que las problemáticas sociales abordadas implican variedad de conocimientos.
De entre las diversas propuestas pedagógicas que se mencionan en el estudio destaca la necesidad de detectar los mecanismos de opresión y discriminación, de libertad y reconocimiento de las minorías raciales, de clase social y de género que se reproducen a través de la construcción y transmisión de conocimientos, valores e identidades en los diversos ámbitos sociales. Utilizar nuevas técnicas metodológicas como el aprendizaje basado en el estudio de dilemas, la resolución de conflictos, el aprendizaje cooperativo, los estudios de casos o los entornos de aprendizaje virtual que faciliten el análisis de la realidad, aproximándose a las necesidades del alumnado y considerando sus conocimientos previos, motivaciones, intereses, inquietudes, sentimientos, etc. Educar sin contradicciones desde una perspectiva pluralista y diversa, desde los valores interculturales, donde el respeto y la tolerancia logren la cohesión social mediante la cooperación y la convivencia entre las diversas culturas, en un mundo donde no solo imperen los intereses económicos.
Pereira Domínguez, Ma. Del C., Pino Juste, M.R. (2005). Globalización y educación en valores. Aportaciones educativas desde el fenómeno social de la muñeca Barbie. Revista Galega do Ensino, (47), 1421-1441. Recuperado Noviembre 17, 2009, de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2554857&orden=0

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