13 diciembre, 2009

En la educación básica ¿valores o virtudes? (10)

Aquí Campos habla, creo que acertadamente, de la vivencia de los valores, es decir, de su conversión en acción y, por lo tanto, en su reconstrucción en forma de virtudes. Según Campos: “…son las virtudes lo que realmente (importa)…si tomamos en cuenta que la acción de nuestros alumnos es la que se evaluará en la interacción social, que lo que pretendemos evitar es contar con ciudadanos que conozcan y manejen conceptos; pero no actúen en congruencia con su discurso...En resumen, debemos perseguir virtudes, siempre virtudes.”
En este sentido, Campos, teme la influencia de los medios de comunicación: “…parece debemos darnos por vencidos ante…talk shows,…pornografía,…ejemplos claros de vicios de conducta, de acciones de enaltecimiento de irregularidades, del culto a la ilegalidad…que echan por los suelos el trabajo realizado por el profesor en…clase, en las cuales se les habla a los alumnos acerca de la práctica de valores y de la importancia de mantenerse alejados de las adicciones…pero…al salir de las sesiones…todo lo que se les ha prevenido (aparece) y…son absorbidos por el fantasma que se pretendía evitaran…”
También habla Campos sobre el valor de enseñar con el ejemplo, sobre todo tratándose de valores y cita a Comte-Sponville para apoyarse: “Pienso que la virtud enseña más por el ejemplo que por los libros”, ya que la virtud se ensaña practicándola, las virtudes no son enseñanzas de pizarrón. Sin embargo, “Hablar de enseñar con el ejemplo significa hablar de una práctica que no necesariamente es la del profesor…el ejemplo principal…es el…del alumno, no de lo que hace bien o mal, sino de la actividad misma que se puede generar en la escuela, del ejemplo que se vive de manera intencional y deliberada por el profesor —menuda tarea sería tener que esperarnos a que sucedan situaciones para la práctica de determinado valor en la escuela— en la que…sí se está construyendo, sí existe una línea directriz en la cual basar la decisión inicial; aunque después haya que modificar la opinión, no importa, lo importante es la solidez del conocimiento (y acción) que de allí se genera…además de la importancia que tiene el poder reformular una idea a partir de un error…”
En resumen, podemos decir que este ensayo presenta y sostiene la tesis de que los valores se deben enseñar preferencialmente desde su vivencia, ya que son las situaciones de la vida las que presentan las disyuntivas que permiten al ser humano aprender estos valores. Interesan más, entonces, las conductas que se generan en los alumnos, que la adquisición de conceptos abstractos que generan una disyuntiva entre el decir y el hacer.
Así que el maestro debe, de forma intencionada, presentar situaciones problemáticas que generen experiencias que sirvan como ejemplo propio y colectivo “derivado de una actividad y convicción propia, en donde la imposición heterónoma no tiene lugar, sino un lugar de actividad y reflexión moral donde no importa si existe la presencia de equivocaciones, es precisamente ése el lugar para ensayar y equivocarse; pero también para construir con bases más sólidas las nuevas estructuras de conocimiento y actuación…”
En la educación en valores deben estar estos presentes y practicados, no sólo los platicados.
Campos López, Omar Federico (s.f.). En la educación básica ¿valores o virtudes?. En rieoei.org. Recuperado Diciembre 13, 2009, de http://www.rieoei.org/deloslectores/Campos.PDF

Los valores en la educación (9)

Un ensayo muy interesante, con una característica, la intemporalidad. Es uno de esos escritos que se pueden leer en cualquier época y no pierden su fuerza racional. Por ejemplo, la idea de Santoyo acerca de los valores supeditados a la existencia del hombre es muy llamativa; sin el hombre no hay valores, ya que es el hombre quien les da significado y aplicación y al hacerlo lo “humanizan”.
Otra idea atemporal es aquella que dice cómo la práctica de los valores libera al ser humano. Lo libera en lo personal, pero también en el entrono comunitario, a partir de una libertad construida a partir de lo consensuado pero también del propio sistema de valores creado por uno mismo. De todo lo anterior, se evidencia la importancia de la educación en valores, o, en otras palabras, la construcción de una parte importante de lo humano.
Para la efectiva internalización de un valor o una serie de ellos, de acuerdo a este escrito, se debe seguir una serie de pasos para entrar en lo que Bloom llamó “el ámbito de la afectividad”, en este caso por el valor en sí mismo: aceptación de un valor, preferencia por un valor, compromiso, organización, caracterización y evaluación. En palabras de Santoyo: “La internalización puede presentarse en grados muy diversos, según la intensidad con que se aceptan los valores de los demás. Este proceso constituye una ininterrumpida modificación de la conducta. A lo largo del proceso de internalización, el sujeto va logrando captar los fenómenos, reaccionar ante ellos, evaluarlos y conceptuarlos. Simultáneamente, estructura sus valores dentro de un sistema que llegará a modelar su vida entera.”
El texto también explicita la tipología para una educación en valores a partir de la inculcación, el desarrollo moral, el análisis, la clarificación y el aprendizaje para la acción. Cada uno juega un papel como propuesta de técnicas al servicio de la educación de los valores:
Inculcación: Se infunden determinados valores deseables. Dice Santoyo: “Si el sujeto de la educación ha de ser el protagonista de su libertad hemos de salvar, en cualquier caso, que sea él quien descubra los valores y opte libremente por ellos.”
Desarrollo moral: Se ocupa de desarrollar cognoscitivamente a los alumnos para que puedan armar modelos más complejos de razonamiento moral a través de pasos secuenciales. Santoyo cita a Kohlberg: “…el exponer a los alumnos a niveles superiores de razonamiento los estimula a alcanzar el paso siguiente superior del desarrollo moral.” Esta teoría aporta un aspecto importante a la educación de valores.
Análisis: Su objetivo es ayudar a los educandos a usar el planteamiento lógico y los procedimientos de investigación científica relativos a los valores; esto deben aportar hechos verificables acerca de la validez de los fenómenos.
Clarificación de valores: Su objetivo es ayudar al estudiante a contactar lo que constituye un valor en su vida y ayuda a descubrir la orientación de sus ideas. Su finalidad es afianzar estos valores una vez reconocidos y aceptados, o de cambiarlos si carecen de consistencia. Para Santoyo: “Este método persigue únicamente que el individuo se haga consciente de sus propios valores. Que esté inicialmente estimulado para comenzar la búsqueda y el adiestramiento en unos valores que den sentido a su vida y que lo conduzcan al proceso de convertirse en persona.”
Aprendizaje para la acción: Proporciona oportunidades de acción según los valores, dentro y fuera del aula. Estas técnicas de aprendizaje para la acción consideran a la persona fundamentalmente como interactiva. Como dice Santoyo: “La aportación fundamental de esta técnica es que busca llevar al sujeto a comprometerse activamente con los valores estimados como tales por el mismo. Trata de poner al individuo en situaciones concretas que lo inciten a comportarse de acuerdo con sus propios valores.”
Santoyo Muñoz, César (s.f.). Los valores en la educación. Recuperado Diciembre 13, 2009, de http://educar.jalisco.gob.mx/04/4santoyo.html

La Educación en Valores desde la Familia (8)

La familia es una institución reproductora no solo de la especie sino también de la sociedad y del sistema de valores que conforman la base cultural de todo conglomerado humano. Toda persona además de identidad física adquiere identidad cultural a través de los valores, costumbres, tradiciones, hábitos de vida, sistemas de creencias, formas de estímulo y control, reglas ordenadoras de la existencia común, que primero y con más impacto que a través de cualquier institución se adquieren por medio de la familia. Aquí se adquieren vínculos afectivos y morales que se mantendran a lo largo de la vida.
Vivimos en una sociedad que en revolución, somos testigos de muchos conflictos de valores que se producen en la actual macrosociedad, que se reflejan hacia el interior de la familia, todos ellos por diferentes factores entre los que destacan los intereses que representan, las conviciones, el nivel económico, la procedencia social, el ejemplo de las figuras parentales, al nivel educacional, el acceso a la información, el trabajo y la profesión de sus integrantes, las tradiciones familiares y culturales, el funcionamiento e interaccion familiar, la influencia de los medios de comunicación y de las organizaciones sociales en la vida familiar. La sociedad conforma al grupo familiar a tono con los intereses y valores del sector social que este representa.
Los vínculos adecuados entre padres e hijos se sustentan en el cariño y los principios. Los lazos familiares son más solidos y permanentes en tanto se cimientan en afectos y valores positivos.
Muchos transtornos Psiquiatricos, como las personalidades antisociales, estan relacionados con la deprivación afectiva en edades tempranas, al grado de que tales transtornos tienen su correlato anátomo -funcional al no permitir dicha deprivación la maduración de centros nerviosos del Diencéfalo que han de desarrollarse bajo la influencia de la estímulacion afectiva quedando el sujeto marcado con una insuficiencia biológica ya, para las respuestas afectivas apropiadas de los sujetos normales, ante los estímulos sociales que lo requieren. Estas personas estan incpacitadas, a nivel biológico y de la personalidad para el pensamiento superior, para los pensamientos altruista, para el desarrollo de los valores espirituales más preciados. Afectos y valores han de ir juntos en la educación de los hijos para lograr un equilibrio en la personalidad y en la salud mental. Durante sus primeros años de vida, la persona va desplegando la capacidad de dar respuesta emosional adecuada a los estímulos afectivos que va recibiendo en su medio familiar, el sujeto recibe una serie de emosiones y sentimientos, coherentes y proporcionales a la intencidad y carácter de sus vínculos con los demás. Cuanto más abierto y variado es el espectro, más riqueza espiritual y más potencialidades afectivas en la personalidad, más inteligencia emosional. No se debe ver el aprendizaje solo como un proceso intelectual que desarrollo potencialidades de inteligencia y capacidades cognitivas, sino que se enseña también la afectividad y ese proceso educativo basado en cariño y valores, desarrollará la inteligencia emocional y las capacidades superiores de socialización del individuo, su capacidad de entrega y altruismo, su espiritualidad.
Clavijo, A. (2007). La educación en valores desde la familia. En Conocimiento, Educación y Valores. Recuperado el 13 de diciembre de 2009.

La Educación del Futuro y los Valores (7)

Estamos viviendo un periodo de mutuación histórica, que abarca el último cuarto del siglo pasado y lo que llevamos del presente. El cual descansa sobre tres bases: La reovolución tecnológica, la mundialización y la inserción social de la mujer. Estamos en el tránsito de la llamada sociedad moderna hacia la posmodernidad. Una forma de verlo es significando el cambio de valores que se esta produciendo en nuestra sociedad. Esta se caracteriza por la incertidumbre, la duda, el repliegue en lo cotidianano, en lo emocional, en la impresición, en lo efímero, en la diversidad. Pero en lo que casi todos coincidimos, aunque con acentos diferentes, es que lo más importante en nuetras vidas es "tener buenas relaciones familiares", entendiendo que la familia es la base de cualquier sociedad. Hemos creado una sociedad de derechos sin el correspondiente correlato de deberes, hemos insistido en la creatividad, en la espontaneidad, en la libertad de costumbres, en la queja continua, en la exigencia a los otros para que resuelvan todos nuestros problemas. Esto es simplemente el estrangulamiento de una sociedad que ha perdido la capacidad de hacerse así misma.Y la solución no vendrá con un cambio en las estructuras sociales y políticas si antes no transformamos nuestro esquema de valores. El factor humano es primordial sobre el factor estructural.
El autor de este artículo es Francisco Javier Elzo Imaz es Catedrático de Sociología en la Universidad de Deusto, y pone a nuestra consideración crítica una lista de valores que considera se deberían implementar y transmitir a través de la educación.
1) La Racionalidad.- Se debe introducir la racionalidad en la toma de desciciones. Más diálogo, más contraste de información, menos opiniones, menos declaraciones. Desterrar de nuestras costumbres la idea de que en nombre de la libertad cada cual puede opinar lo que quiera de cualquier tema sin dar razón de lo que dice. La competencia es uno de los valores instrumentales que se deben fomentar especialmente desde la escuela.
2).- La Competencia Personal.- Necesidad de adquirir conocimientos y habilidades personales para la funsión requerida y los objetivos propuestos. No basta la buena voluntad y la entrega en la misión, sino que es preciso adquirir, continuamente, conocimientos y estar en aprendizaje constante, es preciso promover la educación entre el perfil personal y la misión que se realiza. Ser competente exige controlar las herramientas informaticas y lingüisticas apropiadas, amén de los conocimeintos especificos exigibles en el campo en que se ejerce profesionalmente.
3).- La Tolerancia Activa.- Presupone el respeto profundo a la diferencia, a los proyectos del otro; una actitud de comprensión del distinto; una actitud de comprender al otro desde dentro, desde sus propias ecuaciones personales, sociales, culturales; al menos hasta donde sea posible ponerse en la posición del otro. Pero además tenemos que se intolerantes ante el indiferentismo, ante la exclusión social en razón de la raza, etnia, género, religión o proyecto político. Hay que ser intolerantes ante la legitimación de la violencia para la consecución de objetivos políticos personales o colectivos. En una sociedad plural, donde las personas tienen cosmovisiones y proyectos de vida distintos, hay que ser intolerantes ante la pretención holística de dar cuenta de la realidad como si esa fuera la única forma de entenderla. No hay verdades absolutas, toda afirmación de verdad absoluta al final es directatorial, más en una sociedad como la occidental en donde el pluralismo axiológico es muy notable.
4).- La Solidaridad.- La sociedad actual se ha hecho muy individualista. Cada quien va a lo suyo, y aunque el término solidaridad esta muy de moda, lo que realmente prima es el individualismo, cada uno para si. Sólo el surgimiento de una solidaridad, en razón de nuestras mismas diferencias, más haya de afinidades selectivas; puede dar cuenta de esta situación de individualismo.
5).- La Espiritualidad.- En nuestra sociedad global debemos responder con la aceptación de su pluralidad, no al modo de competencia sino de enriquesimiento espiritual mutuo.
6).- La Utopía por una Sociedad Mejor.- Se señalan tres ordenes de valores respecto a las prioridades del mundo occidental: a) Respeto a los derechos fundamentales de la persona, b) La resolución de los conflictos por vías estrictamente pacíficas y c) La búsqueda activa de un acuerdo con el mundo animal y con el medio ambiente. La gran mayoría de la población mundial desea que se produzcan cambios en el estilo de via, cambios como dar menos importancia al dinero y a los bienes materiales, dar más importancia a la vida familiar, llevar una vida más sencilla, menos agobiada como diría E. Morin "La inmensa mayoría de la población deseamos que se produzca una desaceleración en nuestras vidas, un dejar de correr de un lado para otro sin saber a dónde, no por qué , ni para qué".
Elzo, J. (2004). La Educación del futuro y los Valores. En Ciclo "debates de educación". Recuperado de http://www.uoc.edu/dt/esp/elzo0724.pdf. el 12 de diciembre del 2009.

10 diciembre, 2009

Valores en la educación (6): Valores limitados en educación superior

En la busqueda de contribuciones para nuestro blog, y explorando el tema de la educación ética en México, me he encontrado con este texto de John Farrand, quien labora en la UAEM como coordinador de examenes profesionales de la Facultad de Planeación Urbana y Regional. Este texto es la transcripción escrita de la conferencia presentada el el V simposium Los valores en la educación, del Departamento de Educación y Valores del ITESO (Universidad Jesuita de Guadalajara).
Creo que el texto contiene varios puntos relevantes para la reflexión sobre el tema: de entrada se menciona que si bien la palabra valor se utiliza por lo general asociada a un sentido positivo, esta palabra por si misma no tiene una carga de bondad inherente, esto refiriendose a la multiplicidad de sentido que puede tomar asociada a contextos culturales, familiares, etc. particulares, en los cuales se establece el consenso sobre que valores son dignos de preservarse y transmitirse a sus miembros.
Por otra parte, profesar valores que no conducen a ningun comportamiento observable, es lo mismo que carecer de ellos, y aquí cuestiona el autor la futilidad de crear en los sistemas educativos programas y clases específicas de educación cívica, cuando de una manera práctica todos los profesores podrían contribuir a esta formación con su vivo ejemplo, como se dice comunmente, practicando lo que se predica.
Con relación a los valores dominantes en la educación superior se comparan las actitudes que se profesan en las distintas universidades y se señala la posicion privilegada en la que se encuentran las universidades públicas en nuestro país como espacio moderador y democratico para la preservación y el respeto de la diversidad, contrastandolas con la realidad que impera en ciertas universidades de sector privado, en donde los valores predominantes que se pretende transmitir a sus estudiantes son los de son los del sector empresarial.
Se cuestiona la posibilidad de que los Estados que detentan el poder puedan imponer sobre todos los sectores de un país una misma ideología, menos aun dentro de un regimen democratico con un fuerte aparato educativo, en donde a pesar de las regulaciones oficiales en cuanto a programas y objetivos, los educadores gozan de un amplio espacio de libertad para su acción educativa. Parece que uno de los mayores problemas de los educadores, en particular en la educación superior, es como contribuir a mantener cierto equilibrio qu evite que determinado grupo político o religioso se apodere de los instrumentos de poder del estado y pretenda imponer un tipo de valores a todos los demás. Creo que los espacios educativos autonomos como nuestra universidad, la UNAM, al practicar la tolerancia a la diversidad de opiniones y posturas se convierten en el mejor antídoto contra las ideologias que pretenden imponer el monopolio de los valores.
Referencia bibliográfica:
Farrand, J. (1997). Valores limitados en educación superior: Conferencia presentada en el V simposium Los valores en la educación, del Departamento de educación y Valores del ITESO.
Recuperado el 9 de Diciembre, 2009 de http://portal.iteso.mx/portal/page/portal/Sinectica/Valores_y_sociedad/Ensayos/Farrand%20John%2011.pdf

08 diciembre, 2009

Valores en la educación (5): la noción de educación del carácter o Moral según Aristóteles y Rousseau

El tema de la formación del caracter en los individuos y de la educación moral ha sido uno de los grandes temas del pensamiento filosófico desde la antiguedad clásica (Grecia). La naturaleza social del hombre le ha impuesto la necesidad de desarrollar normas de convivencia que garanticen la existencia de las comunidades humanas, respetando tanto la dimensión individual como la colectiva de todos sus miembros.
Como comenta la autora de este artículo, Aura Bernal, en los tiempos actuales la labor de los especialistas en educación que se abocan a la reflexión y promoción, a través de distintos programas, de la educación cívica necesitan una y otra vez apelar a las grandes tradiciones humanísticas de los distintos periodos de la historia. La reflexión en los tiempos modernos sobre el tema de los valores no es sino un "refrescarnos la memoria" sobre los fundamentos de la educación moral propuestos por las grandes tradiciones filosóficas.
Tomando como referencia dos periodos claves en la historia de las sociedades humanas, la clasica y la moderna, y a dos de sus más sobresalientes pensadores, respectivamente Aristóteles y Rosseau, el artículo destaca la importancia de comprender la esencia tanto de la paideia clásica como de la noción de educación moral en la modernidad, y la manera como ambas enfatizan la necesidad de formar el caracter del individuo acorde a su propia naturaleza, y de capacitarlo a través del ejercicio para que pueda convertirse en un ciudadano que anteponga la noción del bien comun a la de sus propios intereses, esto naturalmente sin menoscabo al cultivo de la dimensión personal del individuo y a la práctica de su libertad.
Para Aristoteles la formación del carácter es siempre moral, porque hacer del individuo un ser humano pleno es hacerlo bueno. Para Rosseau, la educación moral busca que el individuo conserve su caracter "natural" aun viviendo en sociedad.
Hoy en dia, cuando la necesidad de formar integralmente el carácter de los individuos parece haberse adelgazado tanto, hoy en dia en que la cultura mediática propone un modelo unidimensional del ser humano, ese "refrescarnos la memoria" que propone la autora puede resultar de gran provecho en cuanto al tema de la educación moral se refiere.
Referencia bibliográfica:
Bernal, A. (s.f.) La noción de educación del carácter o Moral según Aristóteles y Rousseau. Recuperado Noviembre 7, 2009, de http://www.bu.edu/wcp/Papers/Educ/EducBern.htm